Sí, 40 días de esquí hicieron este año mis piernas, lo que para algunos es mucho y para otros poco, pero lo realmente importante es que durante 187 noches mis sueños se concentraban en ricas palas de powder, una meteo favorable y un sinfín de aventuras blancas, y esas son pero que muchas noches de temporada, ¿verdad?Otro año despedimos la temporada de esquí con pena, aunque ahora se reafirma con fuerza el BTT y el kayak en una Asturias que para estas lides no está nada mal. Pero ahora también es momento de valorar en su justa medida lo que significa una temporada de esquí en la Cordillera. Quizás por el bombardeo que sufrimos los amantes de la nieve por un sector de la sociedad empeñado en hacer desaparecer la nieve de nuestras montañas por un tal cambio climático, como si toda la vida este planeta hubiera tenido las mismas características climáticas, o por los que ponen cara de susto al ver tu coche calzado con ruedas de nieve en el trabajo, llegamos a dudar, aquellos que pensamos en blanco, si estaremos sumergidos en un sueño lejos de toda realidad. Pues mirar, esta temporada tuvo mucha precipitación de nieve y los días de la temporada de ski fueron 187 (en estos momento aún te puedes coger y foquear más de una pala y ampliar la temporada), pero es que el año pasado, seco como pocos, esquíe 6 días menos y la temporada duró de diciembre a mayo, sí, con la estación abierta para esquiar….Yo recuerdo que desde 1985, año en que me inicié a este deporte, nunca dejé de hacerlo ninguna temporada en San Isidro y durante una media de 4 meses al año.
Si puntuamos de 0 a 10 la calidad de esquí en la Cordillera y también la calidad de turismo de sol y playa de Asturias, no dudo en pensar que es más alta la nota de la temporada invernal. Alguien dirá que estoy loco, pero yo le recuerdo si se baña en bañador en el Cantábrico de mayo a noviembre, si tira la toalla en la arena y se queda picha arriba de mayo a noviembre y si nunca se ha tenido que poner la sudadera un día soleado de agosto en la playa porque el nordeste de la tarde cortaba,…. ¡ojo!, y yo soy de los que un día nublado de julio me pongo moreno en la costa asturiana.
Reconozo que ni Sani, ni Fuentes , ni Pajares se pueden comparar a una estación de Alpes, ni a alguna de los Pirineos por desnivel y calidad media de nieve, pero seguro que más de uno que marcha una semana de ski a los Alpes ha tenido peores condiciones de nieve que la que pudimos tener aquí, y es que la nieve, el surf, el wind, etc, dependen de muchas variables y pillar todas esas buenas condiciones a la vez no siempre se dan cuando tú estás allí. Así que aprovecha lo que tienes en ese momento y sácale partido, porque mañana puede estar peor……Yo siempre esquié mejor en febrero que en agosto……
….Recuerdo el acoso mediático que sufrimos el año pasado por parte del diario el País y algún otro periódico sobre el fin del esquí en España, la dudosa rentabilidad de las inversiones en las estaciones y cosas por el estilo, reforzando su argumento en el cambio climático y la sequía que nos perseguía ese invierno. ¿Dónde estaban este año todos esos fartones a costa del “cambio climático”? Ya sé que muchos viven alrededor de ese fenómeno, pero muchos más viven gracias a la industria de esquí tanto en la montaña como fuera de ella.
Ahora toca lavar la ropa, encerar las tablas y aflojar las fijaciones, pero no podemos hacerlo sin recordar lo mejor de la temporada. Yo me quedo con la progresión de Lucas, que a sus 5 añitos ya bajó Los cazadores, el fuera de la Sierra de Sentiles y se hundió en el powder de Piau, el debut de Jaime, las soleadas carveadas de Les Gets, la mejor nieve del año en pista en febrero en sani, la paleada con Thorens para sacar el coche en Lillo, el powder de Piau, la volada de Andrade en la Javatos, Mayo domando sus telemark , los fuera de pista primaverales por el Toneo y sobre todo los buenos momentos con todos aquellos con los que pude disfrutar de esta apasionante afición.
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