Hace ya algún tiempo astures y cántabros se unían para luchar por sus tierras, por sus costumbres, por sus gentes, por sus montañas,... y ahora, unidos otra vez, están sacando adelante un Open de BTT de gran calidad, y que mejor sitio para ratificarlo que Cangas de Onís.
El sábado 4 de junio, bajo un sol de justicia, la capital de la Reconquista acogía la tercera prueba del Open Asturcántabro de BTT con más de 150 astures y cántabros inscritos. El buen hacer de la gente de Tandem y Empate, organizadores de la carrera, el marco incomparable del arco de salida y meta en la plaza de la iglesia, el espectacular trazado y la gente de Cangas convertían la villa en la capital del BTT.
El circuito es precioso, técnico y exigente. Una primera parte ascendente con varios ritmos y pendientes serpenteando por un delicioso bosque autóctono te pone el pulso al máximo y poco se puede regular. Una vez coronado, un singletrack trazado en la ladera del monte te obliga a ir con la máxima atención para no levar un susto, finalizando el sector en una bajada en la que tienes que tener un tacto de maneta especial para ir liberando la rueda y no ir arrastro hasta una empinada rampa de madera. Giro a izquierdas, el corazón sigue tan apurado como en la subida, y a los pocos metros de la ancha pista, otra vez a hilar fino para meter la rueda por el singletrack de bosque que nos llevará hasta el pueblo otra vez viendo pasar los troncos de los árboles a medio centímetro del manillar a toda velocidad.
En lo que respecta a la carrera, Rocío Gamonal se hacía con la victoria en féminas élite, mientras que Alberto Sainz (sub23) se imponía tras una bonita lucha al local José Luis Blanco en la máxima categoría masculina. Las clasificaciones del resto de categorías se publicarán próximamente en www.ciclismoasturiano.es.
En lo personal, las cosas no resultaron nada fáciles. En la primera vuelta la cadena se sale en tres ocasiones debido a una rotura de una ruedecilla de cambio, lo que motiva un considerable retraso de inicio que además no supe analizar, al apretar demasiado en la 2ª vuelta pagando luego el esfuerzo. Además, en la última vuelta y fruto del agotamiento y relajación, me compré una parcela en el bosque. En efecto, las carreras no acaban hasta que uno llega a meta y más en trazados tan técnicos y exigentes como el de Cangas. Por suerte no me pasó nada más que el susto y agradecido de las personas que me ayudaron a sacar la bici del fondo del terraplén uno se queda con la lección aprendida para la próxima.
Torrelavega acogerá la 4ª carrera del Open este domingo, pero esta vez me la tendrán que contar.
